Siempre pensé en la política como en un pasatiempo que me librara de las tediosas tardes de labores y charlas de patio. Por eso, esta mañana, cuando me arrastraban escaleras abajo y me gritaron que me despidiera de mis parientes, lo único que pensé es que ha tenido que haber un desafortunado error.
Minientradas
Padre
Eres el refugio de las tempestades del día
Corazón grande
Mirada buena
Alegre tozudo
Compañero fiel
Eres el libro no escrito de la sabiduría
Indemne al rencor
Muro a la mentira
Enemigo de la envidia
Padre
Eres la mano que todos los niños deberían haber cogido alguna vez por el camino de la vida
Curiosidad
Recuerdo perfectamente el día que mi hermano me explicó qué era la muerte. Eran las cinco de la tarde y pasábamos la tarde aburridos en la casapuerta. Mi calle daba a la iglesia y las campanas repicaban a duelo.
Microcuento
«Cuando yo era pequeña -me contó mi madre- lancé el diablo tan alto que se quedó clavado en la cruz del campanario». «Querrás decir el diábolo», le corregí. «No», me contestó.