El fútbol, como pasión que es, se vive en Latinomérica de manera especial. No solo de Benedetti y Galeano, hay muchos. Si Cabrera Infante y Borges lo detestan, Bioy Casares dice que ha dejado de existir. El jugador Valdano escribe, el escritor Juan Villoro, juega. Los uruguayos escriben libros sobre el maracanazo, los argentinos le cantan a Maradona. En el programa de radio del periodista deportivo argentino Alejandro Apo se leen cuentos de fútbol enviados por los oyentes desde 1996. Cuentan verdaderas historias humanas sobre triunfos y fracasos. “El fútbol y los libros, históricamente, se trataron de usted. Lo que nosotros pretendemos es que empiecen a tutearse”, dice.
Desde niño, el escritor mexicano, Juan Villoro ha sido aficionado al fútbol. En sus libros “Dios es redondo” y “Los once de la tribu”, plasma lo que pasa tanto dentro como fuera de las canchas, pues para él, el fútbol sucede también en la mente del público. Aunque lo que abundan son los argentinos. Están: Eduardo Sacheri que domina el género del cuento futbolero con títulos como “Me van a tener que disculpar”, justificación de Diego Maradona en la que habla del jugador sin nombrar; o Alberto Fontanarrosa con libros como “Puro fútbol” y “No te vayas campeón” y Osvaldo Soriano con “Cuentos de los años felices”. Son solo algunos ejemplos.
Alguien dijo, el poema más corto de la historia es éste: GOL. Pues eso.